Caso Noos
Iñaki Urdandarin se encuentra en libertad provisional tras haber cometido varios delitos de corrupción y fiscales. El castigo que se le ha imputado es comparecer una vez al mes ante el consulado de Ginebra y comunicar los cambios de domicilio y en el caso de que fuera a prisión, la condena es eludible por el valor de 200.000 euros.
¿Qué hubiera pasado si el delito cometido por Urdangarin hubiera sido realizado por otra persona de una clase social mas baja?
La respuesta está mas que clara, esa persona se encontraría en la cárcel en estos momentos pagando por sus hechos. El problema es que en España existen dos tipos de justicia, una para "los de arriba" y otra para "los de abajo".
La alta sociedad esta claramente enlazada con el Estado, y las sentencias dependen del estatus social del imputado. Esto no es más que otra parte de la gran crisis que sufre España en estos momentos, una crisis política, económica, de educación, de justicia...
Si salimos a la calle podemos ver mil ejemplos de esta última, que mas que justicia debemos llamar injusticia. Uno de los ejemplos mas duros es el caso de los desahuciados, una persona que no puede pagar su vivienda es expulsada de allí (y de malas maneras), se queda en la calle sin saber hacia donde ir, y además sigue teniendo esa deuda pendiente con el banco. Sin embargo si tienes dinero, algún título nobiliarios o ambas cosas no te preocupes, puedes robar todo lo que quieras que no te va a pasar nada, como mucho tendrás que pagar una multa, que probablemente no resulte ningún problema.
La disparidad de criterios, la ausencia de objetivos comunes, el colapso persistente y el deterioro generalizado provoca que justicia española y su funcionamiento sea un cachondeo, expresión repetida numerosas veces en la actualidad. Esto provoca la insatisfacción de todos, de quienes la administran desde los juzgados, de quienes la sufren como trabajadores, y de quienes la padecen como ciudadanos comparada con otros países europeos,
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